Este fragmento corresponde a la novela Invisible (2009), de Paul Auster. Pero también es el prólogo utilizado para el catálogo de la segunda exposición del proyecto rehabitar que llevaba por título «habitaciones satélite».
«Margot no vive allí con sus padres. Tiene una habitación arriba, un pequeño cuarto de doncella que su abuela le regaló en su vigésimo primer cumpleaños, y el único motivo por el que ha entrado en el piso esta tarde ha sido para coger un paquete de tabaco (que ahora encuentra en un cajón junto a la pila). La visita de la casa es una pequeña propina, añade ella, para que Walker se haga una idea de cómo y dónde se crió. Cuando él le pregunta por qué prefiere dormir en una diminuta chambre de bonne en vez de instalarse ahí abajo con todas las comodidades, Margot sonríe y contesta: Imagínatelo.»
Las habitaciones satélite, para el que no haya tenido ocasión de leer ese catálogo (descargable en PDF), son habitaciones con una peculiar relación con las viviendas de un inmueble. Proponemos una manera de rehabitar nuestros edificios de viviendas dotándolos de un número de habitaciones equipadas y autónomas que permitan a la casa crecer temporalmente conforme a las necesidades de sus inquilinos.